Se nos abre una puerta e intentamos entrar para ver que nos acontece. Escapamos de los problemas en el momento que vemos una solución o intentamos ignorarlos e imaginar que no pasará nada. Muchas veces las consecuencias son pequeñas, otras nos imaginamos que algo grave podrá pasar y todo se queda en un susto. Pensar en caliente nos obliga a decir las cosas sin pensar, expresando lo primero que sentimos y nos viene a la cabeza. Está claro que somos humanos, no lo podemos evitar y por lo tanto nos podemos equivocar...
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