Mañana acabamos un año, que seguro que ha estado repleto de grandes momentos y espero, que en menor medida, de imagénes desagradables.
Hagamos una pequeña reflexión...Cuántas personas han pasado por nuestra vida estos 365 días, hemos hecho nuevos amigos, nos hemos enamorado, habremos roto otras relaciones, nos hemos divertido, llorado, pasado buenas experiencias...viajes, excursiones, risas, cine, habremos pasado noches inolvidables que seguro que no olvidaremos...
Algunos habrán acabado su carrera, tendrán un carnet de conducir, un coche, habrán empezado su primer año en la universidad...el instituto...el colegio o la guardería, su primer año viviendo fuera de casa, en otra ciudad o país, otros serán más ricos, o tristemente más pobres, algunos tendrán su primer trabajo, otros estarán por primera vez en el paro
Pero sólo pido una cosa, hay que mirar el lado positivo de las cosas. Las personas que nos quieren, que nos rodean, ya sea en el trabajo, en clase, la familia, los amigos o los vecinos, siempre habrá allí alguien que nos tienda la mano cuando más lo necesitemos, nos dará un consejo, nos ayudará con nuestros problemas, unas simples palabras que harán que nos sintamos mejor y seguro que nos sacan una sonrisa de la boca.
Por eso muchas veces hay que dejar el orgullo de lado y pensar en la otra persona y ver que no lo hace con mala intención, o que sólo quiere lo mejor para ti, que realmente aunque no lo sepa expresar te quiere, pero te lo dice a su manera, una forma que quizá para ella sea suficiente, pero que tú tienes que entender y dejarte llevar.
Por todos esos momentos que he pasado este año...doy las gracias! porque aunque hayan sido buenos o malos me han hecho crecer como persona.
Y solamente espero que mañana por la noche esteis con las personas que realmente quereis, acabaeis el año con ellos a vuestro lado y de una buena forma, al igual que lo empeceis todavía mejor, pensando en el nuevo año, las situaciones que se os plantearán de forma positiva, ilusiones que quereis que se os cumplan, y sobretodo pensar en un año sin malas caras o las menos posibles, el orgullo aparcado en un garage y las envidias abandonadas en el año que dejamos.
