Después de llevar unos días liadillos que no me han permitido actualizar y dejar esto un poco de lado...vamos con la segunda parte de la historia que os empecé a contar. Para el que no recuerde o se empiece a leer esta entrada, tiene la anterior...que es la primera parte.
Sigo diciendo que el trabajo como dependiente da para escribir un libro....de momento igual da para otra entrada más....
La primera parte, si fue un martes, avanzamos ahora al viernes de esa misma semana, cuando yo en mi día libre me disponía a comprar en la tienda en la que trabajo. Yo cojo mi ropa, me voy al probador y salgo con lo que me quedo...De repente escucho una voz que me resulta familiar...y a mi compañera diciendo...
- No, hoy no trabaja...
Me giro...¡¿Y a quién veo!? a la señorita que tan bien atendí el principio de semana. Yo sinceramente no sabía donde meterme...si detrás de una columna...de un mueble...
En cuanto me vio, vino deprisa con su hijo de la mano...
- Mira qué chico más guapo me atendió el otro el día- le decía al niño.
Y ya dirigiéndose a mi...
-Es que he preguntado por ti y me han dicho que hoy no trabajabas. Por cierto este es mi hijo, por el que tuve el tema del juicio. (El niño tendría unos 7-8 años y parecia al de "este chico es un demonio" pero en moreno....)
-No, no trabajo, es mi día libre y estoy de compras.
-Vaya... Es que mira, la blusa que me llevé el otro día (la saca de la bolsa) lleva una mancha en la manga. La estaba planchando y me fijé; pero llleva la etiqueta y todo (¿A ver me estás diciendo que planchas una blusa con la etiqueta puesta y sin lavarla?). Y claro me gustaría saber si puedo cambiarla por otra o me podrías hacer algo para solucionar el problema....
- Bueno, pues mi compañera le atenderá, porque yo no puedo hacer nada ya que NO estoy trabajando... (por si no se había dado cuenta).
- Ah! vale, no te preocupes. Ahora se lo digo a la chica que está en caja. Que el otro día me atendiste muy bien y por eso he preguntado por ti. Muchas gracias!
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